Yo fui hace unos años y, con esta visita, se me cumplió una de las ilusiones de mi vida. Era algo que deseaba tantísimo disfrutar... ¡mira qué cosa más simple!
Aunque hay más barrios con patios, el taxista nos llevó directamente al barrio San Basilio porque, según él, eran los más famosos y bonitos.
Yo no sé cómo serán los demás patios, pero los de este barrio me dejaron con la boca abierta. Ya sólo entrar en San Basilio es como viajar a otro lugar, ni siquiera parece que pertenezca a la ciudad, parece un típico pueblecito andaluz de postal.
Y los patios... ¡Ah, los patios!
¡Qué gozada para la vista, esos colores vibrantes; para el olfato, para el oído...!
Y qué amabilidad por parte de los dueños que están deseando que se les pregunte y poder comentarte los cuidados (que son muchos) de esta maravilla que, por fin, es patrimonio de la humanidad.
Lo que tiene que ser un atardecer sentada en tu patio, rodeada de flores, arrullada por el sonido de la fuente, sintiendo el frescor... ¡De ensueño!
Yo tengo pendiente llevar a mi niña a conocer Córdoba y si puedo coincidir con esta fiesta mejor que mejor
ResponderEliminarPegaros una escapadita aunque sea de un finde, vale mucho la pena, y luego a comer salmorejo!!! :P
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