miércoles, 11 de marzo de 2015

ESCAPADA CUMPLEAÑERA: MÁLAGA-MÉRIDA-CÁCERES

Como ha sido mi cumple (34 años ya....) decidimos hacer una escapadita para que me olvidara de tamaña tragedia.
En un principio íbamos a ir a Sevilla, pero luego lo pensé mejor: en Sevilla he estado ya 3 veces y, aunque la adoro, hay mucho por conocer en España, y me acordé de lo bien que he oído hablar de Cáceres. Así que quedó decidido en un santiamén: Cáceres sería la elegida esta vez. Además aprovecharíamos para conocer Mérida, que siempre he querido ver el teatro romano.
Alquilamos un Polo y el sábado nos fuimos camino de la cultura.

Llegamos a Mérida poco antes de la hora del almuerzo y sacamos un bono para ver todos los monumentos que tiene, la verdad es que sale muy bien, pagas 12 euros y no tiene caducidad.

Nos llegamos primero a la Alcazaba:


Como está en alto (aunque no mucho) las vistas son muy bonitas, sobre todo del río y el puente:


Después del almuerzo, empezamos a investigar un poquito y, mientras, buscamos la Casa de Mitreo que conserva los restos de una casa romana con unos mosaicos preciosos y también un columbario:



Y, después de un cafelito para reponer fuerzas, nos dirigimos a lo mejor: el Teatro Romano. 
Qué maravilla, no me defraudó nada. Normalmente, cuando esperas que algo te guste mucho suele ocurrir que no supere las expectativas, pero no fue éste el caso.



Espectacular!!

Mérida, como ciudad, es muy normalita, pero qué guay está ir andando e ir encontrando restos romanos, así, como si tal cosa.
Íbamos al parking y nos encontramos en mitad de la calle el Templo de Diana:


Ya se nos estaba haciendo tarde y aún teníamos que llegar a Cáceres, así que dejamos Mérida y nos encaminamos con ganas de dejar el coche y seguir descubriendo cosas bonitas y vaya si las encontramos.

Después de soltar la maleta y pegarnos una buena ducha, nos dirigimos hacia el centro histórico que sólo estaba a unos 10 minutos del hotel.

El centro histórico de Cáceres es una maravilla, pero de noche ya es la leche... No me esperaba un lugar con tanta magia y encanto. Parecía que habíamos viajado en el tiempo y que estábamos dentro de alguna leyenda de Bécquer...





Con el cansancio de un día tan bien aprovechado y que me quedaban horas para los 34 años, me dio el bajón, pero no hay estado de ánimo que un buen mojito no arregle y nos fuimos al Corral de la cigüeña, que estaba muy bien, en pleno centro.

Llegamos al hotel agotaditos perdidos y al día siguiente teníamos muchos que ver. Había que conocer bien Cáceres y también iríamos a Trujillo...

1 comentario:

  1. A mi Mérida me gustó mucho cuando estuve con 18 años, Cáceres aún no la conozco pero lo tengo pendiente, además, que tengo un compañero de trabajo de allí y seguro que me recomienda sitios escondidos que nos solemos perder cuando visitamos ciudades nuevas.

    Tras leer tu reseña de Cáceres tengo más ganas todavía de ir con Andrea

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