martes, 9 de septiembre de 2014

EPÍLOGO DE LA LUNA DE MIEL

No voy a aburrir contando el día de regreso porque ya se sabe que un aeropuerto es lo más feo que hay.
Este viaje ha sido único, el más maravilloso que hemos tenido... en realidad, eso es una luna de miel, un viaje inolvidable.
Estábamos muy tristones por nuestro viaje acabado, por el calor de Málaga, porque aquí no hay bosques (ayyy sólo con que en Málaga lloviera cuando tiene que llover qué diferente sería todo), pero como nos había sobrado bastante dinerillo decidimos irnos a Nerja (que es mi pueblo favorito de Málaga) y como considerábamos esta escapada una parte de la luna de miel, decidimos tirar la casa por la ventana y nos fuimos al parador de Nerja con desayuno incluido (un buffet que te mueres de cosas ricas)




Así sí me gusta el verano!
Por la mañana a la piscina, por la tarde a la playa.
A la playa bajábamos con un ascensor exclusivo del parador que te dejaba casi en a misma arena. Qué maravilla! 


El parador es precioso, tranquilo, lleno de árboles y flores y con unas vistas de postal.


La habitación también preciosa con una terracita con vistas a los jardines, la piscina y la playa.





Y Nerja es tan bonita! es turística pero en plan tranquilo y familiar, a mí me gusta mucho su ambiente.





En fin, que nos hemos pasado un fin de semana comiendo y en remojo y, cuando regresamos el domingo, sí que definitivamente había acabado nuestra luna de miel. 
Ya no soy una novia, ya soy una señora casada...
¡Qué fuerte!

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